domingo, 27 de enero de 2013


La casa sin dueño

La administración concursal afirma que no ha recibido ni una sola oferta ni por la compra ni por el alquiler La empresa BWI, que parecía cercana, ya no cuenta
F. Rufo cádiz | Actualizado 27.01.2013 - 05:01
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El próximo 22 de febrero se cumplirán cinco años desde que se anunció el cierre de la fábrica de Delphi en Puerto Real. La que los propios operarios se encargaron de nombrar como "su casa", sigue sin dueño. Y, además, los inquilinos quieren seguir pero no solos, quieren más vecinos, más gaditanos que, como ellos, ven cada vez más lejos la posibilidad de encontrar un empleo.

Hoy toca hablar de realidades, no de lo que ocurrió hace cinco años ni de lo que dijo cada responsable. Ya no están el presidente del comité, Antonio Pina; ni el presidente de la Junta, Manuel Chaves; ni el consejero de Empleo, Antonio Fernández; ni el delegado de Empleo, Juan Bouza; ni los responsables de CCOO y UGT, Manuel Ruiz y Pedro Custodio González; ni el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso; ni siquiera está el obispo, Antonio Ceballos, que encabezó un histórica manifestación de apoyo a la causa. Sólo quedan los mismos, los ex trabajadores. Son 600 y siguen igual.

Las realidades vienen marcadas por frases. Una la pronunció hace pocos días el delegado de la Junta en la provincia, Fernando López Gil, después de descartar que la empresa BWI se vaya a instalar, salvo sorpresa, en la antigua fábrica: "No hay que ser pesimistas, porque en la Bahía se instalan empresas continuamente". Sólo dos días después, el propio López Gil anunciaba un plan pionero en Cádiz, de la propia Junta, para buscar en varios países extranjeros empresas que se instalen en la Bahía. Eso sí, costará 120.000 euros.

Otra realidad, otra declaración. En este caso viene de la administración concursal, la que aún dirige los destinos del suelo y de las instalaciones que quedan en la antigua Delphi. Hasta el día de hoy no se ha recibido ni una sola oferta para quedarse con la casa (figurado). No hay ni siquiera quien quiera alquilar. A la pregunta de hasta cuándo puede durar eso, la respuesta de la administración concursal fue clara y, además, evidente: Hasta que alguien ponga el dinero para comprar el suelo.

Y ese suelo vale 14 millones de euros. Y habrá que pagarlos porque de ese dinero depende el pago a los acreedores de la antigua Delphi, aquellos que aún tienen que cobrar por los servicios prestados durante los años en que la fábrica funcionó.

Más realidades, la de la empresa BWI. Este periódico ha podido conocer la respuesta de un alto dirigente de la sociedad de capital chino a una pregunta muy concreta lanzada desde un medio de comunicación: ¿En qué punto están las negociaciones con la Junta para instalarse en Delphi? La respuesta de este alto responsable de BWI fue: "No sé de qué negociaciones me habla".

Otra realidad. Transcurrido el tiempo, en estos días, los afectados por el cierre han irrumpido en cuantos actos políticos se han celebrado en la provincia, tanto de PSOE como de PP y también de IU. Precisamente, el viceconsejero de Vivienda de la Junta, de este último partido, iba a participar en una conferencia en Puerto Real. Los ex Delphi anunciaron que acudirían a la cita. Esa misma tarde se suspendió. El último ocurrió el jueves, con la presencia en un municipio gaditano del ex presidente Chaves. También se suspendió.

La paciencia de los ex trabajadores de Delphi se agota. A pesar de que su situación ha supuesto, efectivamente, un agravio con el resto de parados de la provincia, también es cierto que no han dejado de pelear por el cumplimiento de su seguro de vida, lo que la Junta firmó hace cinco años: su recolocación y cursos pagados. Sí, lo firmó la Junta y, ¿quién en el lugar de estos ex empleados no haría lo mismo?
 
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