Queridos amigos/as y compañeros/as:
Me siento realmente impresionado y emocionado por la gran cantidad de muestras de cariño y de apoyo recibidos de vosotros.
Uno se siente reconfortado al comprobar de una forma tan clara que hay un importantísimo número de personas que respaldan nuestro trabajo. Por ello nos sentimos orgullosos de contribuir, a veces con nuestros aciertos y otras veces con nuestros errores, a la noble tarea de buscar una solución digna para cada uno de los trabajadores que forman parte del colectivo de afectados por el cierre de Delphi.
Un grupo de miembros de UGT, por iniciativa propia y sin tener ninguna obligación, hemos decidido quitarnos parte del tiempo de nuestras familias para dedicarlo a colaborar con el Sindicato en la defensa de lo que son nuestros derechos. Entendemos que los sindicatos son la única herramienta con la que de verdad podemos contar los trabajadores para hacer valer lo que son nuestros derechos y hacer cumplir los compromisos que la Administración ha contraído con nosotros. Debemos tener muy claro que nadie nos está regalando nada, nadie nos está dando de comer. Lo que tenemos es fruto de nuestras cotizaciones y también de nuestra lucha. Quizás fuera el momento apropiado de recordar a los habitantes de la Bahía de Cádiz que las reivindicaciones de los ex-trabajadores de Delphi conllevaron una exigencia de reindustrialización de la zona que redundará en beneficio de toda la comunidad (nosotros no lo hemos olvidado). A lo que no renunciamos, bajo ningún concepto es a la exigencia de un puesto de trabajo digno, estable y de calidad tal y como nos prometieron. Hoy, además solicitamos que la concreción de las ofertas de trabajo se produzca lo antes posible, entre otras razones por la salud mental del colectivo.
A lo que no hay derecho es que además de ofrecer gratuitamente nuestro mejor esfuerzo y trabajo, sirvamos de diana en la que clavar las flechas de la frustración de algunos, que no están sabiendo mantener sus nervios dentro de los parámetros normales. Tampoco hay derecho a que algunos, en vez de colaborar en buscar soluciones y tratar de que se mantenga la calma, se dediquen a generar tensiones e intranquilidad, utilizando todo tipo de tretas para enfrentar a los trabajadores con sus sindicatos y/o con otros trabajadores. En ningún caso, nadie está en el derecho de agredir a otra persona por una suposición sin contrastar (que resultó tratarse de una mentira), y mucho menos sin haber dado previamente una posibilidad al diálogo y a la explicación razonada. Algunos debieran reflexionar sobre su grado de responsabilidad en que se produzcan este tipo de situaciones y actitudes violentas.
A pesar de lo ocurrido, no tengo más remedio que escribir estas líneas para mostraros mi más profundo agradecimiento. Quiero que sepáis que vuestro apoyo ha sido y es muy importante, tanto para mí como para el resto de compañeros que estamos trabajado con el ánimo y el convencimiento, de que toda esta pesadilla que estamos viviendo va a tener el final que todos nos merecemos.
Quiero que sepáis que el Sindicato va a seguir haciendo el trabajo que sea necesario sin escatimar esfuerzos ni recursos.
Solo esperamos que este incidente haya servido para que se comprenda que las personas que estamos dedicando nuestro tiempo a los demás, sin tener intereses personales ni políticos, necesitamos sentir el calor humano que sirva de reconocimiento al esfuerzo realizado, o al menos necesitamos que se nos respete como seres humanos que somos.
En todo caso reitero una vez más mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que me han hecho sentir muy cercanamente su consideración, respeto y apoyo.
Un abrazo en nombre de todos
Me siento realmente impresionado y emocionado por la gran cantidad de muestras de cariño y de apoyo recibidos de vosotros.
Uno se siente reconfortado al comprobar de una forma tan clara que hay un importantísimo número de personas que respaldan nuestro trabajo. Por ello nos sentimos orgullosos de contribuir, a veces con nuestros aciertos y otras veces con nuestros errores, a la noble tarea de buscar una solución digna para cada uno de los trabajadores que forman parte del colectivo de afectados por el cierre de Delphi.
Un grupo de miembros de UGT, por iniciativa propia y sin tener ninguna obligación, hemos decidido quitarnos parte del tiempo de nuestras familias para dedicarlo a colaborar con el Sindicato en la defensa de lo que son nuestros derechos. Entendemos que los sindicatos son la única herramienta con la que de verdad podemos contar los trabajadores para hacer valer lo que son nuestros derechos y hacer cumplir los compromisos que la Administración ha contraído con nosotros. Debemos tener muy claro que nadie nos está regalando nada, nadie nos está dando de comer. Lo que tenemos es fruto de nuestras cotizaciones y también de nuestra lucha. Quizás fuera el momento apropiado de recordar a los habitantes de la Bahía de Cádiz que las reivindicaciones de los ex-trabajadores de Delphi conllevaron una exigencia de reindustrialización de la zona que redundará en beneficio de toda la comunidad (nosotros no lo hemos olvidado). A lo que no renunciamos, bajo ningún concepto es a la exigencia de un puesto de trabajo digno, estable y de calidad tal y como nos prometieron. Hoy, además solicitamos que la concreción de las ofertas de trabajo se produzca lo antes posible, entre otras razones por la salud mental del colectivo.
A lo que no hay derecho es que además de ofrecer gratuitamente nuestro mejor esfuerzo y trabajo, sirvamos de diana en la que clavar las flechas de la frustración de algunos, que no están sabiendo mantener sus nervios dentro de los parámetros normales. Tampoco hay derecho a que algunos, en vez de colaborar en buscar soluciones y tratar de que se mantenga la calma, se dediquen a generar tensiones e intranquilidad, utilizando todo tipo de tretas para enfrentar a los trabajadores con sus sindicatos y/o con otros trabajadores. En ningún caso, nadie está en el derecho de agredir a otra persona por una suposición sin contrastar (que resultó tratarse de una mentira), y mucho menos sin haber dado previamente una posibilidad al diálogo y a la explicación razonada. Algunos debieran reflexionar sobre su grado de responsabilidad en que se produzcan este tipo de situaciones y actitudes violentas.
A pesar de lo ocurrido, no tengo más remedio que escribir estas líneas para mostraros mi más profundo agradecimiento. Quiero que sepáis que vuestro apoyo ha sido y es muy importante, tanto para mí como para el resto de compañeros que estamos trabajado con el ánimo y el convencimiento, de que toda esta pesadilla que estamos viviendo va a tener el final que todos nos merecemos.
Quiero que sepáis que el Sindicato va a seguir haciendo el trabajo que sea necesario sin escatimar esfuerzos ni recursos.
Solo esperamos que este incidente haya servido para que se comprenda que las personas que estamos dedicando nuestro tiempo a los demás, sin tener intereses personales ni políticos, necesitamos sentir el calor humano que sirva de reconocimiento al esfuerzo realizado, o al menos necesitamos que se nos respete como seres humanos que somos.
En todo caso reitero una vez más mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que me han hecho sentir muy cercanamente su consideración, respeto y apoyo.
Un abrazo en nombre de todos
